Ilustraciones: Mercè Canals
Te gusta dibujar, disfrutas haciéndolo. No te es difícil comenzar: coger lápices y pinceles para ti no supone ningún esfuerzo, al contrario. Además, ¡te haría tanta ilusión ver tu trabajo publicado! Quién sabe, quizás algún día podrías renovar el panorama artístico con tu obra. Para ti, ilustrar, más que un trabajo es un placer. Y, lógicamente, has decidido convertirte en ilustrador profesional. ¡ENHORABUENA!
Pero ¡cuidado!, porque entonces te integras en un colectivo que lo que realiza es un trabajo, un oficio ni más ni menos que cualquier otro y, por tanto, está lleno de trampas para los no iniciados. Solucionarás más fácilmente las dificultades si tienes siempre claro qué es un ilustrador, con quién trata, por qué, y cómo tiene que hacerlo. Para ti, pues, este abecedario.
Y debemos tener siempre presentes estos tres principios fundamentales:
Tres cosas que hay que saber del cliente:
El contrato es el medio legal que tenemos a nuestro alcance para controlar la explotación de nuestra propia obra. Es el siguiente paso que hay que dar una vez que hemos salido de la entrevista con el cliente. NUNCA DEBERÍAMOS TRABAJAR SIN CONTRATO. Ahora bien, un contrato hay que saber entenderlo y valorarlo: Es necesario tener en cuenta qué se da y qué se recibe; qué alcance tiene la explotación, para cuántos países y lenguas; el importe del anticipo; la duración… Como norma de oro, RECUERDA tres cláusulas que no deben faltar nunca en tus contratos:
Si falta alguna de las dos primeras cláusulas, el contrato puede considerarse NULO.
En los casos en que los contratos no son frecuentes (en publicidad, por ejemplo), especifica SIEMPRE en las facturas cuál es la utilización concreta para la que has hecho tu dibujo y cuál es el ámbito geográfico que abarcará.
Ahora ya sabes qué quieres tú y qué quiere el cliente. Has asumido los principios necesarios para iniciar una relación laboral y recibes tu primer encargo. Necesitas, no obstante, saberlo recoger y valorar adecuadamente: Aparte de cuestiones básicas como tomar nota de las medidas y de la fecha de entrega, hay otros datos que debes tener presentes como las características técnicas: número de colores, medio al que está destinado, posibilidades de reducción o de ampliación…, etc.
Hay, todavía, otros detalles que todo profesional debe tener en cuenta a la hora de promocionarse: Estar bien informado, disponer de un book esmerado y de una lista de direcciones en las que poder ofrecer su trabajo etc.
Si quieres que te facilitemos estas listas, o quieres obtener información sobre la forma de preparar un portafolios de trabajo o valorar correctamente un encargo, o, sencillamente, lo que deseas es conocer a gente como tú, no lo dudes: ¡PONTE EN CONTACTO CON NOSOTROS!
Te esperamos.